La tarde de ayer jueves 13 de octubre se celebró la Eucaristía del Día del Profesor que fue presidida por el Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali. 

Al comienzo de la misa realizada en la Parroquia del Sagrario Monseñor reflexionó sobre las múltiples exigencias que tienen los profesores no sólo respecto de los alumnos, sino también de sus pares y apoderados. “Es una actividad tremendamente compleja que me lleva a felicitarlos por la vocación maravillosa que desempeñan” indicó.   

En su Homilía el Arzobispo de Concepción preguntó si es posible sostener una labor de este tipo “Estamos viviendo un tiempo donde los niños y jóvenes están muy sobreestimulados, donde tienen más exigencias. Y la respuesta a esta pregunta es no, esa es la verdad. Por eso es importante reunirnos en la Santa misa” comentó.

Luego agregó a sus palabras “San Pablo dice que bendito sea Dios Padre que nos ha bendecido en Cristo.Tenemos una bendición con toda clase de bienes espirituales. No creemos que somos bendecidos, pero nos ha elegido en él antes de la creación del mundo. Es decir, que no se sostiene una vocación de profesor, papá, mamá o sacerdote si no tenemos conciencia de que fuimos elegidos antes de la creación. Y San Pablo dice que es por voluntad de dios” explicó. 

En este sentido Monseñor detalló que  “lo que trato de decir es que es muy difícil sostenerse en la vida laboral si no hay una visión trascendente de ella. Y tal vez una de las tareas más fundamentales que tengo yo y la Vicaría de Educación es mantener viva esa antorcha; la visión trascendente de la vida humana y laboral. El trabajo tiene una misión familiar, gracias a él llevamos el pan a nuestra casa todos los días. Además tiene una misión social porque mucho de lo que rinden los jóvenes proviene de ustedes porque el mundo será lo que los jóvenes son hoy”. 

Finalmente, el Arzobispo de Concepción citó a San Pablo indicando que “dice una cosa notable. Hemos sido redimidos en su sangre recibiendo el perdón según la riqueza de su gracia, no la nuestra,  nosotros somos pobres. Es la riqueza de su gracia la que Dios derramó sobre nosotros dándonos toda sabiduría y entendimiento. Estas son mucho más profundas que el conocimiento y la información que ya tenemos. Por eso debemos trabajar siempre en que nuestras comunidades sean orantes, es decir,  que los jóvenes se den cuenta que hay un ambiente espiritual. Pero esto no va al margen de los proyectos educativos o de las clases. Es más, da valor, suma y le da un sentido mucho más profundo” concluyó.  

Considerando las palabras de Mons. Fernando Chomali, Óscar Contreras profesor de matemáticas del CEIA MASS agradeció la instancia “fue una misa muy sobria. Es fundamental en el escenario complejo a nivel social y humano. Necesitamos ese apoyo de nuestra Iglesia” comentó.