El año pasado, el 19 de abril de 2023, marcó el inicio del proceso de postulación a la Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales en el Instituto de Humanidades Monseñor José Manuel Santos Ascarza. Hoy, este proceso se ha convertido en una realidad, con el Instituto siendo reconocido durante la Ceremonia de Certificación 2024. En este evento, el Seremi de Medio Ambiente de nuestra región, Pablo Pinto Valenzuela, entregó el reconocimiento oficial.

El Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales (SNCAE) es un programa voluntario, al que pueden postular todos los establecimientos educacionales del país, que impartan enseñanza parvularia, básica y/o media, incluyendo también a establecimientos de enseñanza diferencial y técnicos-profesionales.

La Coordinadora Académica y de Proyectos de la Fundación Educacional, Fernanda Arriagada, señala que los establecimientos que participaron en el proceso de certificación siguieron una metodología que comenzó con un autodiagnóstico, seguido por la recopilación de evidencia que fue cargada a la plataforma de Medio Ambiente: «Desde la oficina central, nuestro equipo ha estado alentando a los establecimientos a postular, brindándoles apoyo durante todo el proceso y ayudándoles a organizar la evidencia necesaria.»

Por otro lado, el Encargado de laboratorio, Joaquín Bustos destaca que para avanzar al siguiente nivel, es crucial percibir la educación ambiental no solo desde una perspectiva científica, sino como una disciplina multidisciplinaria: «En el Instituto, concebimos la educación ambiental como parte integral del proceso educativo, donde los estudiantes tienen la capacidad de desarrollar ideas y plantear soluciones.»

Finalmente, Amanda Rebolledo, miembro del equipo estudiantil del Consejo Medioambiental del Instituto, enfatiza la importancia de comenzar con actividades que motiven a los estudiantes: «Nosotros llegamos al consejo de certificación ambiental a través de estas actividades; una de ellas consistió en generar soluciones a partir de los problemas identificados en la comuna de Chiguayante. Fue ahí donde encontré mi motivación inicial para involucrarme en este proyecto. Creamos mapas y propusimos un proyecto de reciclaje de Tetrapack para los estudiantes de segundo medio. Además, los estudiantes mayores elaboramos mapas que identificaban problemas medioambientales en nuestra propia comuna. A través de estas actividades, podemos seguir generando más iniciativas que promuevan la conciencia ambiental.»